Dentro de unos años, cuando la marihuana esté legalizada en
todas partes y el estigma de las drogas blandas sea menos severo, la gente
empezará a pensar en la saga Civilization como una droga dura, una que no te
deja vivir fuera de tu habitación y que impide que te apartes de tu monitor
durante más de una hora. Conozco a mucha gente enganchada y, aunque yo he
probado los Civilization en profundidad muchas veces, nunca he terminado en el
agujero negro del vicio. Puede que Starships me lance de lleno a ese agujero
negro, bastante literalmente además.
Por su nombre, ya os imagináis que se un juego de naves,
pero no es un shmup ni un simulador, es un juego de estrategia donde los
turnos, los combates y los movimientos los efectúa una flotilla de naves en
lugar de un grupo de soldados. Y si esto os recuerda a los Civilization, sabed que
las similitudes no acaban ahí: si jugasteis a Beyond Earth, juego del que parte
la historia de Starships, todo el tema de las inclinaciones (armonía,
supremacía y pureza) os sonará; y si ya habéis jugado a un Civ, los hexágonos y
los turnos os resultarán normales.
Los combates son sencillitos y confían mucho en los ataques
en grupo.
Si no sabes de qué hablo, atiende: Starships funciona por turnos y por movimientos en un tablero compuesto de planetas a dominar y explotar para obtener recursos con los que mejorar tu flotilla y tu influencia por la galaxia. Los enemigos buscan exactamente lo mismo que tú, y pueden tener inclinaciones diferentes: si tu buscas una galaxia de pureza, posiblemente tengas que luchar contra quienes busquen la supremacía.
Es en los combates y en la personalización de las naves
donde se pone más divergente Starships, lo suficiente como para no denominar a
este juego Civilization Starships, la verdad. Los encuentros contra el enemigo
son más sencillos y se limitan a ataques desde la distancia adecuada y a usar
bien el terreno: puedes refugiarte tras asteroides para recibir menos daños,
trasladarte por agujeros de gusano, usar singularidades para que el enemigo no
te persiga, etc.
Tu flota está compuesta de un gran número de naves, y puedes
crear más, pero solo hay una flota a mover por el escenario.
Pero al final, los combates son más directos y cortos y se pueden resolver en unos pocos minutos. ¿Por qué optar por esto que, sin duda, hace que los turnos sean más cortos? Porque Firaxis ha decidido expandir su 'droga' al iPad. Starships es un juego que encaja casi mejor en tablets que en PC, y es muy posible que sea entre las manos de los jugadores donde más potencial se le exprima de aquí a su lanzamiento, en marzo.
Nosotros poco más podemos decir porque apenas se extrae gran contenido de tres turnos, sí, tres, en un juego de este tipo, pero tenemos bastante claro que Starships puede ser un pepinazo para tablets. Gestionar los recursos que te dan tus planetas es sencillo, aumentar tu influencia en ellos también y mejorar sus infraestructuras y las capacidades de movimiento, ataque y escudos de tu nave, entre las muchas opciones disponibles, será lo que más capte tu atención.
Dominar planetas lleva un tiempo y exigen cierto
mantenimieno, pero sin sus recursos eres hombre muerto