Después de tantos y tantos intentos de un buen juego de
Dragon Ball, Xenoverse parece una bendición. Ojo, parece, ya que no hemos
jugado a la versión definitiva y ni siquiera a la versión de nueva generación,
pero al menos esta preview en PS3 no da malos augurios, si aceptamos que hace
mucho que la obra de Toriyama se dejó de respetar.
Dragon Ball Xenoverse viene, igual que Battle of Z,
aprovechando el tirón de la nueva oleada de películas, incluyendo el Cha-La
Head-Cha-La de FLOW, con su vocoder y sus cosas, e incluso el diseño de los
nuevos personajes tiene más que ver con Bills y Wiss, pero... El nuevo Trunks
del futuro mola, la verdad. Aunque está lejos del badass de la serie original,
para variar.
¿Que darle protagonismo para Trunks es fanservice? Nooooo...
El concepto de Xenoverse es curioso. Quizá sólo por leerlo
al fan más purista se le revolverán las tripas, pero en lugar de hacer que
luchemos ooootra vez en orden contra Raditz, Nappa, Vegeta, Zarbon, Ginyu,
cuatro veces contra Freeza, los androides, etc, aquí nos encontramos en una
tesitura en la que la historia puede estar cambiando, y como guerrero del
futuro tenemos que evitar que cambie. ¿Y si el Makankosappo de Piccolo no
hubiese atravesado a Raditz sino sólo a Son Gokuh? Eso no puede pasar, claro,
así que toca evitarlo. En cualquier caso, hay todo tipo de 'What if...' muy
curiosos que hacen que al menos tengamos ganas de avanzar para ver qué pasa y
no sólo esperar a que se solucione todo a base de Genkidama.
El planteamiento del propio Dragon Ball Xenoverse ya es bien
peculiar para lo que se espera de un juego de lucha. Tras un muy buen comienzo
recordando tres momentos míticos de Z, creamos a nuestro avatar (las opciones
podrían ser mucho más amplias, pero cumple) escogiendo entre masculino y
femenino de razas terrícola, saiyan, namekiano, 'monstruo' (similar a Buu, algo
que tiene sentido dentro de la coyuntura del juego) o de la raza de Freeza. Y
tras esto llegamos a Toki Toki, la base de la patrulla temporal que quiere
solucionar todos esos desbarajustes cronológicos.
Aquí una heroína de raza 'monstruo' (como han traducido
Majin). La variedad del creador podría haber sido mayor, pero se compensa con
creces en cuanto empiezas a poder comprar ropa.
Y desde este mapeado es desde donde accedemos a todas las
modalidades de juego, como si de un MMO se tratase, con un hub central en el
que aparecerán otros jugadores online, y donde podemos comprar equipación y
habilidades para personalizar a nuestro guerrero, donde podemos acceder a los combates
normales (tanto en local como online), torneos y demás modos, y claro, también
desde donde accedemos a las misiones de historia y las secundarias.
Censurado, claro. No hay agujeros, ni sangre, ni nada
parecido.
Es una mezcla curiosa pero no es desagradable ver que han
sabido mezclar bien diferentes mecánicas pero dejándolas bien diferenciadas.
Está ese componente RPG con nuestro protagonista, hay que combatir y subir de
nivel para poder afrontar nuevos retos, hay que grindear ciertas misiones si
queremos ciertas recompensas, y esas misiones son los combates, que son el
grueso del juego, pero no puede existir una parte sin la otra, y en cierto modo
han sabido conseguir que un juego de Dragon Ball tenga un interés Single Player
más allá de revivir una y otra vez los combates más emblemáticos de la historia
original.
En cuanto al combate se refiere, no, no es un Budokai
Tenkaichi aunque la perspectiva del protagonista quiera indicarlo. Le falta
cierta agilidad y le falta la espectacularidad de éstos, pero Xenoverse no
viene con un mal sistema de combate. Todo el plantel cuenta con los mismos
combos de ataques básicos, si (aunque variando potencia, velocidad y rango), y
no hay combinaciones 'tipo Hadoken' para los ataques especiales sino que éstos
van equipados en unas parrillas desplegables con L2 y R2 y consumen un medidor
de Ki que se recarga a medida que luchamos. Nada nuevo bajo el sol, pero
resulta efectivo y funciona, que es más de lo que se podía decir de otros
juegos de Dragon Ball.
Los combates en grupo son una gran idea bien llevada a cabo,
pero en PS3 causan ralentizaciones.
En general la impresión es esa: funciona. Y no sé si es por
la falta de costumbre o por las ganas de que llegue por fin un juego de Dragon
Ball que funcione, pero con Xenoverse las primeras impresiones no han sido nada
malas. Tiene sus problemas aún, que veremos si están solucionadas en la versión
final del juego o si es algo que sólo afectará a las versiones PS3/360. En los
combates de 3 contra 3 hay ralentizaciones muy notorias, y la cámara da ciertos
problemas cuando el espacio es más reducido.